martes, 20 de diciembre de 2011

AUTORRETRATO DE MANU

AUTORRETRATO DE "MANU"
1 de Diciembre de 2011
Me presento. Me llamo Manuel. Hoy he cumplido un año dos meses y diecisiete días. Ya he cumplido mi misión en la tierra y el Niño Jesús me ha llevado con Él al Cielo esta mañana.
Pero vamos más atrás. Cuando yo tenía 4 meses de gestación los médicos me hicieron una "eco" y dijeron a mis padres que en el cerebro tenía "agenesia completa del cuerpo calloso" (lo peor que puede haber), y prácticamente sólo tenía medio corazón (lo llaman "hipoplasia de ventrículo izquierdo"). Yo era absolutamente inviable. Posibilidad de vida postparto, por el corazón, cero; por el cerebro, cero. Lo mejor es que "interrumpan" el embarazo y conciban otro hijo normal. Algunos médicos a abortar lo llaman “interrumpir”
Cuando a unos padres el médico les dice: "conviene que interrumpamos su embarazo", la mayoría de los padres, sin querer, ni darse mucha cuenta, "interrumpen" a su hijo, o sea, en su corazón le matan; y el pobre feto que ya para ellos es "nadie", "nada", un "interrumpido", se llena de pena, y ya no lucha,y... se muere.
Yo tuve mucha suerte; cuando le dijeron eso a mis padres, hicieron dos cosas: mi madre dijo: “vamos a llamarle Manuel, que significa Dios con nosotros, porque es una presencia especial de Dios para nosotros y, con mi padre decidieron: si es esa presencia de Dios y si se va a morir cuando nazca, qué suerte que vamos a tener 5 meses para poder darle todo el cariño del mundo, nosotros y toda la familia. Va a ser el niño más querido en el menor tiempo". Y yo pensé: "me quieren, me van dar a cariño, no me van a "interrumpir", como ha dicho el médico, no me van a matar, soy importante para ellos, yo tengo que luchar para vivir"; y de pronto, mi corazón que no funcionaba nada, empezó a crecer un poquito y mi cerebro empezó como loco a crear células del cuerpo calloso, y todo iba creciendo a gran velocidad; me querían, y yo tenía fuerza y me animaba y cuando me hicieron otra eco, no se lo creían; era imposible lo que había crecido. Ya tenía el Cuerpo calloso desarrollado. Eso era imposible. Y todos los que querían "interrumpirme", ahora todos querían "ser mi médico".
Yo era un fenómeno. Querían estudiarme, analizarme. Mi desarrollo era absolutamente anormal.
Llego el día del parto. Ese día yo, según los sabios médicos que deciden sobre la vida y la muerte y saben cuándo va a suceder, yo debía morir nada más nacer, porque los que son como yo, no pueden subsistir fuera del útero materno.
Imaginaos como estaba mi madre cuando entró en el paritorio, para dar a luz al hijo que se le iba a morir. Empezó a ponerse nerviosa y a llorar. Yo también estaba nervioso, porque a los fetos nos afecta mucho la situación de nuestra madre, aunque yo sabía que no me iba a morir. Y ella cada vez estaba peor. Y luego me he enterado que fue mi abuela Fuencisla la que aviso a D. Manuel: "Vaya a tranquilizar a Paz". Y lo que es un poco raro, sucedió: un cura entró a un paritorio a tranquilizar a una parturienta. Rezaron y yo noté que mi madre ya empezó a tranquilizarse. Ya estábamos mejor los tres: mis padres y yo. Pero de pronto D. Manuel se puso a contar cosas graciosas de un tal Jesús Gil y Gil, y mi madre al principio no hacía ni caso, pero luego echó una sonrisa y luego una carcajada y yo, al verla, también; ese señor Gil debe ser un cómico, porque le hizo mucha gracia a mi madre, y ya perdió todos los nervios que tenía de pensar que yo me iba a morir; y ya sólo pensaba en los dolores que yo le producía por las dilataciones y así estuvimos los cuatro, nada menos que 6 horas de dilatación hasta que nos llevaron al quirófano, que estaba como el metro; había más de 15 médicos llenos de expectación, para contemplar el acontecimiento; y ya nací. Y diréis: y ¿te moriste? Pues no, porque yo, además de haber luchado y de estar mucho más maduro de lo que los médicos creían, Dios no quiso que me muriera porque yo soy Manuel y traía una misión que cumplir.
Para que me conozcáis, ahora os quiero decir mis características:
Características "accidentales": Soy rubio, ojos azules, síndrome Down, peso 3,200, Soy del Real Madrid como mi padre
Características "esenciales": Soy persona humana, y desde el día de mi nacimiento, (a los 5 minutos de nacer, mira que suerte serlo desde tan pronto) lo más importante: Hijo de Dios por el Bautismo. (Ah, ¡¡me bautizaron dos curas a la vez!!, a los que quiero mucho: mi tío Alfredo y D. Manuel).
Hasta aquí mi presentación... Os espero en el Cielo. Desde allí os voy a ayudar mucho a todos, especialmente a vosotros papis: ¡Cuánto cariño me habéis dado!
¡OS QUIERO!


Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta,mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja.
(San Agustín)

Esta historia no es de una de mis pacientes pero podría ser. Nosotros no somos nadie para decidir por la vida de otro, pero como ginecólogos sí podemos ayudar, consolar y apoyar a aquellas personas que van a recibir a un niño "especial". Hace unos días volví de un precioso viaje por Tierra Santa y coincidí en el viaje con un matrimonio con un hijo de 25 años y una hija, Maria, de 22 con Sd de Down, fue un lujo, un placer compartir con ella sus vivencias. Destilaba alegría y cariño. Su sonrisa no tenía precio. Un amigo le invitó en el hotel a tocar el piano con el en un concierto a "tres manos", se nos pusieron a todos los pelos de punto y hubo gente ajena al grupo que presenció el concierto llorando, fue algo muy hermoso.
Es una pena que muchos de nosotros , quizá por desconocimiento o miedo a la responsabilidad, no apoyamos a nuestras pacientes a seguir a delante con una vida. TODA VIDA MERECE LA PENA SER VIVIDA y además sólo Dios sabe por qué y sobre todo par qué estamos aqui.
hay gente que en poco tiempo puede hacer mucho, mucho bien.
Un hijo "especial" nos permite crecer como personas, madurar, nos descubre la gran capacidad de amor que poseemos y que no usamos. Nos permuite apoyar a los padres, ayudar al hijo, colaborar con la familia y/o instituciones, tantas y tantas oportunidades de ayudar a hacer un poco mejor nuestro mundo.
Un fuerte abrazo

viernes, 9 de diciembre de 2011

La importancia de las palabras

SER VIVO vs SER HUMANO

Desde hace ya un tiempo mucha gente tiende a denominar al embrión y al feto como "SER VIVO" en lugar de "SER HUMANO" y no es un comentario banal.
No es lo mismo ser un ser vivo ( por ejemplo: una mosca o una margarita son seres vivos) que ser un ser humano.
Las consideraciones éticas,morales y médicas son completamente distintas.
Los médicos atacamos a muchos seres vivos ( bacterias,hongos, virus,parásitos,etc) y está dentro de nuestro quehacer profesional. P
Pero ahora desde determinados sectores sociales y políticos se pretende inculcar a la población ( principalmente a la gente joven, ya que también es más vulnerable) que un embrión y/o un feto de 12 o 14 semanas NO son un ser humano, sino solo un ser vivo y por tanto destruible igual que una mosca que nos molesta, o una mala hierba del jardin o una bacteria que nos produce una infección, quitandole así toda la connotación moral que lleva inherente a la misma concepción de ser humano.
Es evidente que si enseñamos uno de esos muñequitos de hay de 12 semanas a un niño de la selva amazónica, o de Vietnan o de los aborigenes australianos seguro que todos ellos , en su idioma, lo llamarían bebé pewro ninguno diría que solo es un ser vivo.
De ahí el "poder mágico" de las palabras y la importancia de manejarlas bien.
Nadie discute que un embrión o un feto de 14 semanas son seres vivos,¡faltaría más! pero ahora hay que empezar a reivindicar en nuestra "moderna y tolerante" sociedad del siglo XXI que un embrión y un feto SON SERES HUMANOS y por tanto que al igual que cualquiera de nosotros que leemos este pensamiento, también merece nuestro respeto y consideración.
Los médicos,y más concretemente los ginecólogos, tenemos el deber y también el derecho de proteger y defender de cualquier intento de agresión (llamese aborto, píldora postcoital, selección de embriones o lo que sea) a estos pequeños SERES HUMANOS.

jueves, 8 de diciembre de 2011

ADVIENTO, espera

El embarazo es un tiempo de ADVIENTO, de preparación para recibir una nueva vida. Estamos ahora los católicos en el tiempo de Adviento ( en la preparación para el nacimiento de Dios hecho hombre, Jesús).
La espera ( que muchas veces nuestra ansiedad moderna hace casi eterna) es un momento para madurar y crecer y el embarazo es un magnífico ejemplo para entenderlo.
Durante el embarazo nuestra conducta puede ayudar ( y mucho) a que todo salga como queremos, o sea: BIEN.
Los primeros meses son cruciales para el desarrollo del feto, una correcta alimentación, una vida sana ( sin tabaco, sin alcohol, sin drogas, con deporte y una cierta dosis de relajación) ayudan a llegar a buen puerto.
Hay factores que no podremos controlar ( por ejemplo los genéticos) pero otros (la mayoría) dependen pura y exclusivamente de nosotros.
Un embarazo deseado y buscado, es un magnífico principio.
Por supuesto eso no impide que queramos igual ( a veces incluso más) a un embarazo tipo "paracaidista" o sea que literalmente "nos ha caído del cielo" quizá no en el momento más oportuno. Pero... ¿cuándo es un momrento oportuno? nunca se sabe.
Lo importante es que volquemos todo nuestro interés y atención en ese nuevo ser que acaba de aparecer YA en nuestras vidas y al que tenemos que ayudar a crecer y madurar.
¡Menuda vara para ser el primer día!
Un abrazo

Mujeres EN CINTA


Cuando se ven imágenes como la presente, la Virgen de Nazareth, y ves una cinta colocada en la cintura se entiende por qué decimos que una mujer está EN CINTA ( o sea embarazada).
La cinta indicaba que esa mujer se encontraba embarazada aunque fuese de poco tiempo.
En la iconografía católica además de la Virgen de Nazareth , tenemos también a la Virgen de Guadalupe en Méjico.
Posteriormente cuando el embarazo progresaba se suprimía la cinta para "evita dañar al feto" y así se ven las imágenes de la Virgen de la Esperanza o las imágenes de la Visitación a Santa Isabel donde se ve a ambas embarazadas (Sta Isabel de 6-7 meses sin cinta) y la Virgen (de poco tiempo a veces con la cinta aún puesta).
Otras advocaciones sobre la Virgen embarazada son la de La Virgen de la O, la Virgen de la Espectación o la de la Dulce Espera.
Todas ellas muestran el maravilloso fenómeno del embarazo, el comienzo de una nueva vida.