Desde hace muchos años, creo que desde que soy ginecólogo, siempre cuando atiendo un parto le hago la señal de la cruz en la frente al recien nacido y le digo "¡Bienvenido al mundo!", lo he hecho siempre ( recuerdo a mi "jefe" en España, el Dr. Puente, un hombre de una enorme humanidad y un excelente ginecólogo que también les hacía la señal de la cruz), yo modestamente le agregé el saludo.
A mi siempre me ha ayudado a pensar en la muerte, la ídea ( un poco "soberbia y vanidosa") de que Dios es una especia de "enorme ginecólogo" que te recibe despues del transito de esta vida a la Nueva Vida , en una especie de parto y te recibe con una enorme sonrisa, con las manos abiertas y diciendote ¡BIENVENIDO AL MUNDO!. Un poco como el enorme abrazo que el padre le dió al hijo pródigo cuando éste volvió a su casa y el padre lo acogió, lo abrazó y lo besó sin preguntarle nada, ni recriminarle nada.

y que también representó Rembrandt en ese pequeño ( en tamaño) gran cuadro que se conserva en el Ermitage de San Petersburgo.
Pues bien, volviendo al tema , el pasado 1 de enero conocí a un sacerdote en Córdoba (España) , en la parroquia de San Miguel y contándole mi ídea del paso al Más Allá, sonrrió y me dijo "¿sabé que eso mismo ya lo dibujó El Greco en su cuadro del "Entierro del Conde de Orgaz"?" , me quedé de piedra y ¡yo que me creía original! y hace 500 años ya lo habían dibujado y ¡de qué modo!
Así que , como era de esperar, en cuanto pude me fuí a ver ( gracias a internet, por desgracia no pude ir a Toledo) el cuadro del Greco y efectivamente era así.
Si os fijais en el cuadro , en el centro del mismo hay un ángel que lleva en sus manos una especie de feto que introduce dentro de una especie de útero que se abre ante la Virgen María y Cristo que con las manos hacia arriba paraece querer presentar el alma del famoso conde a Dios padre.
Movido por mi curiosidad he podido leer que en la tradición bizantina el alma muchas veces se representa como un feto y el paso a la Nueva Vida es un crecimiento ( como el que se produce en el feto hasta que adquiere toda su potencialidad y está preparado para "nacer") hasta llegar al encuentro con Dios.
A mi siempre me ha dado mucha tranquilidad y mucha paz pensar en esa imágen de Dios Padre-Amor -Acogedor-Receptor.
Es curioso pero el gesto de hacer la señal de la cruz a los recien nacidos es muy valorado por mis pacientes, en más de una ocasión se han incorporado (¡bendita epidural!) despues de dar a luz y me han preguntado ¿le hiciste la señal de la cruz?. Una de mis paciente me regalo un gorro de quirófano donde se ve a la pantera rosa ( pero esa es otra historia) y la frase "¡bienvenid@ al mundo!". Creo que soy un tipo con suerte y estas y otras muchas cosas me han hecho sentirme muy bien.
Una vez con un matrimonio argentino, judíos, en el parto al hacer la señal de la cruz, los miré y les dije "¡perdón!, no quería ofenderos" y me comtestaron "te conocemos y sabemos que no es una ofensa, sino un regalo".
Me sentí muy bien y sólo quería compartir con vosotros esta pequeña experiencia.
Un abrazo.