jueves, 8 de marzo de 2012

GRACIAS BEATRIZ POR TU LECCION

Hoy quería compartir con todos una hermosa experiencia, hace unos días mi hija Lucia me pidió si podía enseñarle un parto a una amiga suya que estudia odontología por "defecto" ( todos sabemos cómo está el ingreso para estudiar medicina en España, es kafkiano pensar que una carrera basada en la vocación y en los valores humanos, ahora solo prime el expediente académico y con eso estamos logrando grandes tecnócratas tipo "Dr.House" pero muy malos médicos (ttipo "Dr.House") incapaces de sentir empatía por el otro, o de dar un abrazo  o un consuelo a alguien que sufre o que tan solo necesita que le escuchen).
Pues bien, este bombón de niña ( porque encima es guapa) pudo presenciar su primer parto y me envió una hermosa carta que es lo que os quiero compartir:
"Querido Dr "yo":
 Quiero expresar en unas líneas una de las mrejores experiencias que he vivido en mi vida. A penas hace unas semanas fuimos invitadas a Zaragoza mi hermana Cristina y yo a pasar un fin de semana. Nos alojamos en una casa acojedora,familiar, con una gran familia.
  El señor de la casa es médico.como usted, y fue él, el que me brindó la oportunidad de vivir esa experiencia.
 Era domingo por la mañana, me despertó con la GRAN noticia,¡¡había un parto!!. Me levanté sobresaltada y emocionada. He de decir que al dormir tan poco, pensé por unos momentos que de un sueño se trataba.
 Media hora más tarde ya estabamos en el hospital.Me dieron un uniforme de médico y entramos en la sala de partos. Entre médicos, enfermeras y el padre del que sería el recien nacido (Sara) llenábamos la sala.
 Javier me estuvo explicando todo paso a paso.
 Sentí que mi vocación por llegar a ser médico era todavía mayor.
 Llegó el momento, y aunque un poco mareada por la situación, vi como una vida llegaba al mundo.
 El nacimiento, es un milagro que nos brinda Dios y que gracias a los médicos como Javier, hacen posible que tengan lugar.
 Cada bebé es un milagro único e imposible de repetir. Cada uno de ellos trae consigo una bendición al mundo.
 Aunque reconozco que es la parte más bonita de la medicina, me encantaría llegar a ser como Javier y como mi abuelo, es decir, una GRAN PERSONA y un GRAN MEDICO.
 Muchas gracias.
 Un beso muy fuerte
Beatriz"

Prometo que no he puesto ni quitado ni una coma. Quitando los piropos hacia mí , propios del momento que vivió Beatriz y de su juventud (tiene 19 años), si esta joven no entra en medicina es para estampar contra la pared a todo nuestro sistema educativo universitario en ciencias de la salud y su maldito sistema de selección.
 Esta niña, en el sentido más cariñoso de la palabra, tiene media carrera ganada ya. Tiene sentimientos, valora la vida, se emocionó tanto, animó a la parturienta (era también su primer hijo) como una experta, y disfrutó como una enana. Tuvo tiempo hasta de marearse ( ¡quien no se ha mareado en una situación así!) y además dió las gracias a todo el mundo ( empezando por la madre de Sara). La cantidad de cualidades y valores humanos que desplegó en apenas una hora fueron un auténtico lujo y una esperanza de que nada se ha perdido y que siempre habrá médicos humanos y humanistas, volcados en el paciente y respetuosos con el ser humano.
 GRACIAS a ti beatriz por tu lección.
Y ... ya sabes estás imnvitada cuando quieras a ver otro parto.
Un beso enorme.

1 comentario:

  1. Al acabar de leer esta bonita historia, lo primero que le dije a mi marido es que esta vez Javier había compartido, con sus amigos o con todo el que quiera leer el blog, un canto a la vida. No creo que pueda haber momento más maravilloso en la vida de una mujer y de un hombre que el nacimiento de un hijo. Ese gran momento estaba siendo presenciado por Beatriz que, además de tener gran vocación por la medicina, demostró algo aún más importante y es que tiene gran vocación por la vida. Por la vida de un niño que acaba de llegar al mundo y por la vida de unos padres que acaban de hacer realidad el gran sueño de su vida.
    El problema de nuestro sistema educativo respecto al acceso a titulaciones enmarcadas en ciencias de la salud es, además del que Javier especifica de la empatía, que es importantísimo, el hecho de que si en lugar de ser Javier, el que invitó a Beatriz a vivir esa experiencia ese día, que es un gran médico porque desarrolla su profesión con la pasión propia de una persona que es feliz con ella, es otra persona que desarrolla su profesión de médico sin la empatía ni la ilusión de que cada día te ofrece una nueva oportunidad de tratar con un paciente, ¿qué puede trasmitir al encontrarse con una persona que va a cumplir su deseo de tener su primer acercamiento real al mundo de la medicina? ¿Qué consecuencias puede tener que el profesional que acompaña a aquel que se está iniciando no sea capaz de mostrar que la medicina es apasionante? En fin, los que conocemos a personas como Javier, tenemos además de la suerte de conocer a un gran médico, conocer a una persona que puede ilusionar a mucha gente que tenga vocación por la medicina simplemente mostrándose como él es.

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